La Secretaría de Extensión de la Universidad Nacional de Tucumán es, tal vez, uno de los mayores espacios de poder en esa institución: comprende desde programas sociales a teatros, orquestas, coros, el Centro Cultural Virla, el EPAM, el Museo de la UNT, el Centro Cultural Ricardo Rojas (Aguilares), el PUNA, Puedes, Educación No formal y otras dependencias. Según estimaciones, trabajan en esa Secretaría alrededor de 400 empleados.
Una importante vidriera de exposición es el MUNT, donde sea por diferencias políticas, administrativas, artísticas, o de otro carácter, durante el año (hasta ahora) pasaron tres directoras. Y el debate no ha terminado.
Cuando asumió la rectora Alicia Bardón en 2014 nombró secretario a Marcelo Mirkin, quien ubicó a Claudia Epstein como Coordinadora Cultural y a Rafael Gor como coordinador del área social. Los dos primeros son de reconocida filiación peronista; el propio Mirkin, no oculta su simpatía política cuando aparece en fotos con las agrupaciones peronistas de Filosofía y Letras como La Bolívar y Nueva Línea, conjuntamente con los hermanos Pablo y Gabriel Yedlin.
En esa oportunidad, María Elina Valladares fue designada directora administrativa del MUNT, aunque siempre se la llamó “directora” simplemente. En sus cuatro años de gestión llevó adelante una política de apertura, con intentos de conquistar el público juvenil, y estableció buenas relaciones y lazos con instituciones como la Bienal Sur (aterrizó aquí en 2017) y el Museo de la Universidad Tres de Febrero, dirigidos por Aníbal Jozami, y el ex director del Fondo Nacional de las Artes, Andrés Labaké, que presentó proyectos de arte contemporáneo y fue el responsable de algunas ideas que instrumentó el museo tucumano.
En julio, sorpresivamente, Valladares abandonó el MUNT y fue designada Directora General Administrativa de la Secretaría de Extensión. En su reemplazo fue nombrada la teatrista Verónica Pérez Luna, protagonista de la escena artística, que ya trabajaba en el MUNT como coordinadora del Archivo Teatral. Pero el lunes renunció a la Dirección y pidió volver a su anterior cargo.
“Estuve desde el 25 de julio al 10 de diciembre, pero durante septiembre hice una gira teatral y ahí cambiaron parte de lo programado por mí antes de viajar a México. Era un viaje que estaba avisado a la Secretaría antes de asumir, ya que teníamos una gira programada (NdelaR: viajó con la obra teatral “Pedro y las Pelonas o Exvotos al Teatro”, que Pérez Luna dirige). A mi regreso comenzó a aclararse la situación de que lo que se me pedía era una Dirección Administrativa y yo había asumido con la idea de una Dirección Artística”, le contó a LA GACETA.
En la nota de dimisión que presentó ayer, se lee: “presento mi renuncia debido, entre otros motivos, a diferencias en los criterios de gestión con mi inmediata superior Claudia Epstein”. Ante esa decisión, la ex funcionaria se mantuvo algo más de cuatro meses en el cargo.
Mirkin le reconoció a LA GACETA que la dimisión lo sorprendió. “No la esperaba ni tenía previsto hacer cambios. Me enteré esta mañana (por ayer) y me reuniré con el rector José García para analizar el tema”, sostuvo.
LA GACETA también se comunicó con Epstein. “Desde la Coordinación me hago cargo de la Dirección del MUNT hasta tanto el Rector junto al secretario resuelvan a quién designar”, adelantó. En relación a los términos de la renuncia de Pérez Luna dijo: “Verónica no comprendió su rol ni los criterios institucionales y museológicos para conducir el MUNT”.